Reseña
Histórica del Liceo Bolivariano
“Antonio Nicolás Rangel”
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FACHADA DE LA INSTITUCIÓN |
El L.B. “Antonio
Nicolás Rangel” se encuentra ubicado en la Avenida 16 de
Septiembre, parroquia Domingo Peña, al lado de la Iglesia San José
Obrero del municipio Libertador del estado Mérida. El plantel
Educativo, como Ciclo Combinado Privado (primaria y secundaria)
comienza a funcionar en Octubre de 1967, Fundado por el Párroco
Roberto Dávila, quien actualmente es el Obispo de San Fernando de
Apure, bajo el nombre de Colegio San José Obrero; al año escolar
siguiente el estado venezolano crea el segundo año oficial, es así
como para el año escolar 1969-1970 existían los tres primeros años
de secundaria según la modalidad privada y un primer y segundo año
oficial. En los años sucesivos fue desapareciendo la educación
privada para dar paso definitivamente, en el año escolar 1971-1972,
al plantel oficial nacional Ciclo Básico “Antonio Nicolás Rangel”
teniendo como Director al Presbítero Roberto Dávila.
En el año escolar
1972-1973, este presbítero es enviado como Monseñor a San Fernando
De Apure y el liceo queda bajo la dirección de la Prof. Rosa Cañas,
quien se desempeñaba como Tiempo Completo. Esta competente docente
entregaría la dirección de esta institución al Prof. Guillermo
Centeno Bazán en el año 1975, quien debe abandonarla en 1977 puesto
que se había ganado una beca Gran Mariscal de Ayacucho para
perfeccionarse en Educación en la Universidad de la Sorbona en
Francia- París, es por esta razón que es trasladado como director,
desde el liceo Luis Enrique Márquez Barillas ubicado en Lagunillas,
al Prof. Jaime Sáenz y Chasco. Seis años y medio trabajará este
educador en el plantel, quien recibió un Ciclo Básico, seis (6)
secciones, cuatro (4) aulas, dieciséis (16) profesores, doscientos
treinta (230) estudiantes y dejó un Ciclo Combinado desde primer
año hasta quinto año de bachillerato, once (11) secciones, doce
(12) aulas, treinta (30) profesores y cuatrocientos veinte
estudiantes, espacios físicos para la Dirección, dos seccionales
(hoy coordinaciones) una cantina, una toma de agua adicional desde la
avenida 16 de Septiembre y una cancha de básquet, todas ellas
construidas por la Comunidad Educativa y los estudiantes. Sin
embargo, la mayoría de esos espacios físicos estaban construidos
con mitad pared, mitad rejas (de allí el sobrenombre de
“Gallinero”), puertas de cartón piedra, (entamboradas), techos
de asbesto
Durante esta gestión se
implementaron tres cursos del INCE en el plantel: Albañilería,
Carpintería y Electricidad, se realizaron dos promociones de
Secretariado y Contabilidad del convenio INCE-ME, para más de
cuarenta y cinco (45) estudiantes. El 7 de Octubre de 1983, este
docente deja la institución al ser jubilado, luego de 41 años de
servicio ininterrumpidos en la Educación. Continúa como director el
joven profesor Ramón Alberto Maldonado, docente, economista y
abogado quien permanece en el plantel durante once (13) años, tiempo
que permitió la construcción de las aulas que actualmente tiene el
plantel, con una mejor infraestructura y techos de amachimbrados por
parte del segundo gobierno del ex gobernador Jesús Rondón Nucete,
sin embargo quedó una parte significativa de esta infraestructura
con techos de asbestos. Durante este período el liceo alcanza el
mayor rendimiento de sus estudiantes a nivel del estado Mérida, en
una prueba realizada por FUNSACITE. En junio de 1996 este docente es
trasladado a la Zona Educativa a realizar funciones en la Junta
Calificadora, dejando a cargo de la dirección del plantel al
profesor Emiro Lobo. En el año escolar 97-98 se encarga de la
dirección del liceo la profesora Marilis Mújica hasta Diciembre de
2004 cuando sale jubilada y deja la dirección en manos de la Lic.
Julia Rodríguez quien venia desempeñándose como subdirectora, esta
docente permanece en el cargo hasta Noviembre de 2009 cuando es
jubilada por el Ministerio del Poder Popular Para la Educación. En
este período se implanta el nuevo paradigma educativo promocionado
por el gobierno del comandante Hugo Rafael Chávez Frías denominado
“Liceo Bolivariano” cuya concepción y estructura se fundamenta
desde el continuo humano, visión holística del estudiante como ser
social que permite el fortalecimiento de cada educando como persona,
capaz de reconocer sus propias capacidades y competencias,
considerando las condicionantes externas en lo antrópico, social,
cultural y geohistórico. En estos años muchos fueron los logros a
nivel académico, puesto que los liceos se dotaron de material
bibliográfico, de equipos de laboratorio para las ciencias
naturales, material y equipo para la puesta en funcionamiento del
laboratorio de Desarrollo Endógeno, un aula de computación a través
del proyecto CBIT, un aula de computación donada por la empresa
DYCVENSA, quien realizó trabajos para el trolebús de Mérida. A
nivel de infraestructura se terminaron de cambiar los techos de
asbesto a través de la ejecución del artículo 27 del Reglamento de
la Ley de Educación y la construcción y remodelación de los baños
por parte de la empresa DYCVENSA.
El nombre de identidad de
la institución Antonio Nicolás Rangel no ha sido reconocido e
identificado. Las investigaciones realizadas por cronistas de la
ciudad, la comunidad y los historiadores no han posibilitado
información sobre la biografía o referencia para su identificación;
se considera que al registrarse en el Ministerio de Educación la
institución como Unidad Educativa hubo un error en el nombre. En tal
sentido, se considera que el nombre de la institución debió ser
“Antonio Rangel (1788-1821), destacado Coronel de la Guerra de
Independencia que lucha al lado de José Antonio Páez en los llanos
venezolanos. En 1820 entra triunfante en Mérida derrotando a las
tropas realistas quienes huían en retirada cerca de la población de
Mucuchíes, también participó en la Batalla de Carabobo en 1821. El
municipio Rangel del estado Mérida debe su nombre a este gran prócer
de la independencia. Otras personas ligadas a la institución que han
realizado investigaciones consideran que el nombre del liceo
originalmente era “Antonio Nicolás Briceño” (1782), abogado,
coronel y prócer de la independencia, conocido como el Diablo
Briceño, trujillano de nacimiento y hombre de confianza del
generalísimo “Francisco de Miranda”, fue uno de los firmantes
del Acta de Independencia del 5 de Julio. La Capitulación de 1812
lo lleva al destierro dirigiéndose a Curazao y de allí pasa a la
nueva Granada.
Es importante señalar,
en el marco de esta reseña histórica, que para el año de 1956, La
Arquidiócesis de Mérida pasa a ser propietaria del terreno donde se
encuentra la institución, por donación realizada por parte del
municipio Libertador del estado Mérida, dichos terrenos formaban
parte de los Ejidos denominados Llano Grande propiedad de la
Municipalidad y fueron donados a la Curia con destinos específicos
los cuales eran: La construcción de los Edificios de la Casa Cural,
Escuela para Artes y Oficios y Escuela para la Instrucción Primaria.
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PATIO DEL CENTRO AL FONDO A LA IZQUIERDA DIRECCIÓN Y DPTO. DE EVALUACIÓN |